lunes, julio 20, 2009

La vuelta del reves.

Partí desde el punto perdido de los momentos efimeros que ya nadie recuerda,
nunca vi un cuervo comiendo mis entrañas, por que de cuervos a veces me rodeaba
y en cuervo había días en que me convertía, fui hiena y reí como lo hace Satanás en la puerta de las fe de algunos incrédulos, momentos de fiesta y mañanas de hedor profundo hasta el centro de la nariz. Corrí efervecente en busca de un golpe seco y certero, ciego y sordo busque regocijo en donde no estaba, y el vacío me acompaño durante una época, decenio de mi no vida. Mil veces cante y millones de veces alce la copa hasta perderme en el fondo inmune de mis deseos. Que recuerdos de aquellas noches como cuando en los brazos de un río amable desperté y solo llore por no saber que hacia en ese minuto a punto de irme con la corriente y arropado hasta los zapatos que junto a mi se querían ir, no se si es ver la muerte, pero podría haber muerto, como he perdido y he sangrado y he sido pateado por todas mis experiencias y jamas me senté a dilusidar en que terminaria tamaña caminata por lugares por otros recorridos y avanzados a ciencia sierta. De la mano fui compañero y calles y costaneras me acompañaron a acurrucarme sin calor ni menos un brazo como abrazo, me perdía por la necesidad de sentirme solo, y otra vez cuervos sobre mis hombros, que se regocijaban con mi pestilencia y aun así probé lo que era ser el único en un lugar inmenso y repleto, y me caía y me paraba, miraba profundo y hasta las sensaciones me abandonaban, dilatadas mis pupilas y perdido en la sombría propia de mi oscuridad consultaba si era necesario cambiar de opinión y si aquel árbol volvería a regalarme la caída de una hoja como alguna vez lo hizo.
No es fácil, ni nunca nadie lo dijo, caminar por el borde del precipicio, sentir el viento golpear tu cara, con esa frescura de libertad, no es fácil recorrer caminos y que las piedras se vallan cayendo y otros las recojan o decidan dejarlas en el suelo, de donde no son. Nadie dijo que esta vida estaba amoldada y que debíamos creer en el destino, por que yo soy la luz y nunca me negare a entregarte mi luminoso calor, Diría "DIOS" algo como lo anterior. Yo fui el creador de lo que caminó solo y de el que en la calle a veces terminaba por gusto y nunca por necesidad, yo he sido creador de situaciones penosas y de las que no me podre desligar jamas, por que serán las que me lleven a dormir bajo el árbol del cerro de pastos frondosos para calmarme y calmarte, para terminar de un vez con la creación adolescente del superheroe que no muere. Por que al fin creo, y al fin junte semillas de cada rincón, y por que el saber cuesta, mas aun cuando se vivió pensando en una verdad única y absoluta, que me lleno de dudas y de experiencias, me enfrente a un espejo de hierro, me encontré con mi verdad de frente y no saliendo de mi boca, salieron como cuchillos de verdad, y a todos nos corta alguna ves la vuelta al revés.
Volveré algún día a festejar con mi copa, pero ya no llena de amargos momentos, ni lágrimas ardientes; nunca mas con tu pena ni con la mía, volveré a brindar por tu locura bella y mi antigua armonía.