martes, septiembre 24, 2013

Recordar el Olvido Imperante


Ya son 40 años, han pasado 40 largos/cortos años, y siempre he sentido que en $hile nunca se hizo nada, los miedosos callaron, los torturados murieron, los cobardes arrancaron, los asesinos rieron… Algunos dirán que hay que olvidar, los otros de que hay que avanzar, y otros tantos de que no hay que perdonar. Olvidar – Avanzar – Perdonar. ¿Pero donde están los que ríen y se alimentan de los 17 años de oscurantismo y sangre? ¿En qué lugar dejaron su semilla y esperaron tranquilamente su germinación?... Los políticos asquerosos sacaron su tajada, y aun la siguen aprovechando, se aprovecharon de un pueblo inconsciente, y ahora se aprovechan de un pueblo dormido, casi aletargado, casi drogado, casi olvidado.

Violencia, maltrato, violación, acribillados, torturados, asesinados, rotulados, sumergidos, quemados, ensangrentados, entristecidos, electrocutados, comidos, penetrados, vaciados, miserables, perdidos, deshumanizados, y sin embargo olvidados, sin miedo entregados, sin memoria, sin risas, sin sentido, sin mensaje, sin memoria, sin memoria, sin memoria.

Brigadistas de la muerte, ocultos mostrando el terror, ocultos matando al vivo, vivos viviendo de muerte, vivos sufriendo la muerte, vivos sin memoria, holocausto caníbal, holocausto de muerte, charcos de sangre, lluvia de yagas, ruidos guturales ensordeciendo el alma, la vida se pierde, la vida no es mas que vacio, la vida desolando, la vida vacía, vida entregada a las mazmorras de sicópatas asesinos.

Son 40, 100, 500, millones los ciclos de creación apestante de humanidad, palabra tan necia como bondad, tan rutinaria como modernidad, tan abismantemente insignificante como libertad.

Ni les creo ni me creen, ni les compro, ni me venden, ni miedo les tengo ni nunca les tendré, son 40 años, son 35, 13, 7 años ó 1 día... encerrarse en el olvido y en la ocurrencia de pensar en hechos innecesarios, lo único que construye es cimientos para lo que ellos nunca olvidan, generar doctrinas absolutas, enseñanzas equivocas, falsas creencias y eternos dogmas.

Moriremos corpóreamente, siempre, bajo el somnífero momento nocturno o sobre nuestros propios vómitos asertivos de eterno hastío hacia lo que nos rodea, moriremos, más temprano o más tarde, pero a tiempo moriremos.

ACOPLE

No utilizas las huellas, no las tuyas propias, no las utilizas por qué no son proyección,
y sabes que quedaron atrás, que esas huellas van tras de ti, te rodean, ya no vacilan, te recuerdan.

Pasajeros son los dolores, no son recuerdos siquiera, son dolores, son serpientes que rodean
tu pectoral emoción, serpentean tus dolores, sin ser recuerdos serpentean en tu emoción.

Vida de música, recuerdo la melodía, la de pieza oscura, la de atardecer solitario, viendo
como el sol se marginaba del día y se disponía a replicar su luz certera en lejana tierra, lejano mar.

Miraba la lluvia, hasta que comenzó a entorpecerme, a volverse  mi rutina, volviéndose ella misma la rutina oscurecida, el agua turbia que enrarecía mi luz y des-cargaba mi No-Yo, Ja! No era ella, la lluvia.

El cerro acompaño años de saltos, de carreras, de simular guerras, el oscurantismo patriótico nos confundió, éramos niños y nos tomo como posibles seguidores de un atentado asesino, no lo fui ¿lo fueron?

Subí, subo, las paro, a veces no las pago, ni las pagué. Me llevaron, me trajeron, dormí atónito de alcohol o de cansancio, desperté perdido en ellas. Las conozco y las necesito y sus letreros siempre me sorprenden.

Verde, ella es verde o por lo menos ahora lo es, lleva mis penas, mis alegrías, mis cegadas elecciones, mis humanas insolencias, mi lápiz. Hace un rato es ella la que me acompaña hasta en los momentos en que grito mi egoísmo más abismante, ese que derrota cualquier cualidad ajena.

Cuando sumo, multiplico; pero cuando mis acciones restan, termino dividiendo-Me.