viernes, agosto 15, 2014

V T - C V

Vamos, juega, vives¿?
Mi reto no es cómplice, mi reto no es complejo,
vamos, juegas, vives¿?
Ponte de pie, grita tus miedos,
vamos, juegas, vives¿?
Es simple lo ves, es tuyo lo sabes,
vamos, juegas, vives¿?
Tu tienes la libertad ilusa, tu eres la energía inconclusa.

Todos nos rodean y la sangre nos revienta,
vivimos el segundo a minuto, el ciclo del tiempo
no nos mantiene limpios.
Vamos en la locomotora del fin, viene la muerte y la simpleza
ya no tiene razón, la vida se nos muere y la muerte se nos acaba
ya usted no ríe y la culpa lo guía, hacia un boleto, hacia una bolsa,
hacia la compra y hacia la venta, hacia lo que nos revienta
y hacia lo que nos tienta. Vamos, juega, ríes¿?

Creíamos en el árbol, en el sol, el viento y el pasto,
creíamos en las olas, en el atardecer, creíamos en los besos.
Creíamos en la lechuga y el limón, en la mezcla de la tierra y
el agua, que eramos todos uno y unos parte de todos,
en la música y el son, en las letras y la poesía, en los trofeos y las animitas.
Creías y volvías a creer, ante la mentira volvías a creer, ante la bofetada
volvías a sentir, ante el abuso volvías a creer, ante el robo volvías a creer,
ante la lujuria volvías a creer, ante las llamas volviste a creer.

Vamos, juegas muerto.
Tu ataúd y tu cruz, el vejamen y la sangría.
Vamos, juega! Ya estas muerto.
Ni tu lagrima de polvo ni tu grito sordo.
Vamos, resucita si ya estas muerto.
Acá ya no te escuchamos, ya mi mercado te olvidó,
ni de rodillas ni de torso, ni con llagas ni con pus.

Muero.

jueves, mayo 29, 2014

Juegos

El juego de la soledad, no requiere fichas,
ni sorteos, no requiere compras ni ventas,
la soledad busca tu encuentro, no eres tu,
ni soy yo, la soledad no es solida, ni liquida,
menos plasmatica, pero es mi soledad, cubierta de
compañía, soledad no es abismo, soledad es creencia
de sobrevivir en uno mismo, con uno mismo, siendo siempre uno mismo.

El juego de la verdad es mas parecida a una ruleta,
numeros tras fondos rojos y negros, una bolilla
buscando el final, y el oyente jugador esperando que su verdad
sea elegida por la suerte, elegida para el regocijo, elegida
para no llorar la perdida, para que las fichas hayan sido
bien puestas, la verdad no es unica, son varias, y esperan por el apostador,
para liquidar su apuesta y doblar su tranquilidad.

El juego del amor, al parecer es una guerra,
que por ser guerra, se desarrolla en pequeñas grandes batallas,
unas bien duras, unas mas que otras,
y ni el cuerpo, ni la mente resisten por siempre esas batallas;
por mi lado, y sin caer en la cobardia,
prefiero ir a la trinchera de la desolacion,
y no tener que explicarme en el futuro, el por que me deje acribillar.

lunes, mayo 05, 2014

De la Cima

Des montagnes colossales migrent vers tes frontières, en clôturant et en protégeant tu une faiblesse si masquée, moi utopiste regarde depuis le sommet, en espérant être le gardien de personnalité si dispersée.

Colosales montañas migran hacia tus fronteras, 
cercando y protegiendo tu tan enmascarada debilidad,
yo iluso miro desde la cima,
esperando ser el guardián de tan
dispersa personalidad.

Ellos

Entre sabanas de nylon se sacuden los dos,
cobijando lo irresuelto, lo indómito y lo impago.
entre la pequeña ventana y la puerta dispareja,
bailan la locura y la naturalidad, de frente y de espalda,
sin miedo, ni tiempo, ni trampas, ni espadas.

Ella, singular y verdadera, grande en su pequeñez,
de caminar rápido, de pasos en falso
y de futuros aciertos, de calma y prisa,
de prosa angustiosa, de risa sublime
de nacimiento y precioso crecimiento.

Él, la recorre sin cerrojo, la reconoce,
le habla, la espera, la explora con un ojo
y con el otro la observa, la quiere, le entrega,
le habla de locuras y sin sabores, le muestra
lo obtuso y lo que no cambiara jamás, la odiosidad.

Ella, lo quiere, le entrega cada rincón de su piel,
para que las palmas de él no se censuren y con
gloria de atardecer arrebolado y de rojo intenso
busquen hasta el ultimo espacio sincero de su piel,
le habla de futuros cercanos, de certeros deseos.

Él, se cuestiona la vida, el todo, se preocupa del fin,
de no tener certeza de las cosas reales, de la irrealidad,
le complica la sucesión de hechos, los que terminan figurando
como su historia personal. Sus huellas son profundas algunas,
apenas perceptibles otras. Ni genio ni loco, irresuelto.

Entre amores invisibles y tortuosos, ambos han caminado,
ahora por las calles se les ve bailoteando sobre tumbas
pasadas, engreídas y alocadas, suicidas y gloriosas,
bajo los últimos días de una primavera extraña,
con el inmenso sol de un verano sureño, y abrazando un frío otoñal que ya comienza a arder.

martes, marzo 04, 2014

Congojas y miedos ante el sufrir

Ya no veo la fortuna robusta de tu sonrisa,
me cuesta encontrar el ruido inmenso de tu alegría,
busco emanciparme de mi dolor, por ti,
de lo brusco de la realidad, de tus lagrimas, de tu dolor.
Y vengo con la savia nueva, en mi mano se aferra quien de la sangre nuestra proviene,
con su sonrisa invade mi dolor y por un momento lo revuelca junto a la alegría,
me despierto, veo su sonrisa, me duermo y escucho tus llagas convertidas en gemidos dolientes,
y en mis ojos se acongojan las lagrimas censuradas,
por mis ansias de verme fuerte, roca, enfrentándome a tu fuerza, la que no tengo.
Y mis discursos paranoicos de vida y muerte, quedan en nubes lejanas,
de tanto hablar la acción me frena en arena, en ripio, en carne seca
¿donde iré a parar? ¿donde iremos a parar?
¿pararemos?
¿somos carne? ¿Somos huesos y herida?
¿vivimos para esto?
Mis zapatos se llenaron de cemento, de hierro pesado,
por que eres mi vida al darme vida, y miedo es el que siento,
miedo de verdad, del que no deja dormir, del que arrastra el pensar
miedo de verdad, del que no deja caminar, del que pulula hasta en el reír.
Aunque sonrías y tus dolores acabasen, aunque este ciclo luego en un
ciclo lejano se vea como otro ciclo en pasado, aunque tus dolores
solo sean por lo cotidiano, por lo mundano y lo irreal, aunque tus ojitos
brillen otra vez en el atardecer final del sur, tu sur amado, tu lluvia contrariada,
aunque ya no veamos mas este río que hoy te acompaña, aunque
esto parezca acabar, nunca dejare de sentir el dolor que hoy vivo, ni el miedo que hoy me envuelve,
por que este dolor que vives ya lo vives, ya sufres por tus llagas,
por que ya siento hoy la injusticia de tu sufrir, por que ya hoy
me siento egoísta en pensar que no debiste nunca sufrir lo que
hoy lloras, lamentas y retuerces.