martes, octubre 03, 2006

To Sn. Antonio

Naturaleza viva, con rincones alcoholizados.
Calles sin sentido, sin sentido vivo.
Cuando te vi eras un pueblo, lento, obvio,
obtuso, con la mirada perdida y
olor a pez, al oro del pez.
Me malcríe en tus calles y tus
calles me golpearon, tan olvidado
estas que vivir en ti es perderse
en el tiempo, y tu tiempo es lento
mas perderse en ti es un castigo,
es ser un ermitaño rodeado de esquinas
con ideas muertas y sin deseos
de verte crecer. Todos te quieren
ver igual, por que a todos nos gusta
morir en vida, por que a todos nos
gusta ver tu atardecer, aquel que
se inmiscullo y se hizo participe de
mi encuentro con la mujer mas bella
del mundo, que no es tu hija
pero recorre tus calles, con la
misma alegría que las recorro yo.
No entiendo el fin de tu existir, si
solo eres la bienvenida de la riqueza
de un país, pero te han olvidado
tan fuertemente como yo he olvidado
lo que alguna ves quise, tal ves para
mejor... tal ves.
Pueblo, por que te jactas de tu
cercanía a grandes urbes, pero nadie
se enorgullece del bien que le
haces a la gente. Tantas conversaciones
en tus bares y tantas borracheras
en los rincones mas inospitos donde
solo los que te conocen se atreven a
llegar. Tu alcohol es el que te hace
diferente, tu humo, la necesidad de
esa yerba que hace aun mas lenta
la espera, pero absolutamente mas alegre
y no es falta de respeto todo
lo que siento, si no un enorme
agradecimiento a lo que viví en ti, a
la etapa mas importante en mi vida,
al episodio popular de mi
Historia, por los recuerdos vivos, salud
por mi negra hermosa, salud; por
tus excesos, salud y por enseñarme
que la amistad es solo un estado
que puede durar una eternidad
ò lo que demoro en tomarme un
vaso de liquido embriagante con
resultados aleatorios, salud.

No hay comentarios.: