lunes, noviembre 25, 2013

LAS SABIAS EXISTEN

Te recuerdo en el brote de un pensamiento,
tan intensa como antes, tan fucsia y rosa.
Te metes entre mis recuerdos de sabanas solas, acompañadas,
tan lejana saltas, tu voz repica, remuerde, resopla. Te recuerdo.

Engañador y traicionero me pongo, en el pensamiento,
cuanto quisiera serlo en cuerpo, volver a rozar tu respiración.
Mentiroso y embustero me siento, en cuerpo,
hiere la mirada fija, escondo mis ojos lo mas que puedo. Se sabrá.

Un segundo que no es tal, tú no estás ni a uno ni a mil metros.
Un minuto inexistente, juegas a aparecerte, juegas y ríes.
Una hora que ya no es, tu voz, tu voz, por mil veces quiero tu voz.
Un día que lejano esta,  mi mano en tu mano, como explicar ese momento. Lo sabes.

Y el sufrimiento de tus ojos, el sufrimiento de tu mente, tus ojos llorosos,
y yo sintiéndome herido, dejado, olvidado, me miraste y me lo pediste,
te vi y no lo hice, me perdí en la sosegada experiencia individualista y
hoy que ya no estás, regreso en vísceras y en sombra a esos instantes,
vuelvo y sin más veo tu pena, sin más veo mi ignorancia emocional,
sin más vuelvo a verte ir, vuelvo y no vuelves, cambias tu desolación por
profunda soledad. Fuimos certeros, fuimos la mezcolanza de la enajenación estructural.

Y la escritura se burla de mi, se burla mi mente creadora de esperanzas que solo flotan.
Te vi partir, volteaste la cara y te vi partir. Mis ojos en tu espalda sabían
que caminabas junto a la pena, que me amabas y que creías en mí.
Que creías en mi y que me amabas, que en el final de nuestro camino decidiste bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sos el mejor escritor... poeta o antipoeta que respira en este podrido mundo...